domingo, febrero 25, 2007

Con Sabor a Soledad.

Usualmente no es mi tpo de historia, pero a veces las cosas que uno vive y siente, impregnan tan fuerte nuestra alma de ese sentimiento, que es dificil escribir algo diferente, Eddo, Atar, Cote, y JJ representan a grandes amigos, y la historia inspirada en un sentimiento mas que en hechos.
Bueno, ojala sea de su agrado.

Con Sabor a Soledad.

Hoy, mi vida, mi mundo, esta nueva tierra, a la que he llegado a llamar “hogar”, y que sin embargo difiere tanto de aquel lugar que verdaderamente fue mi Hogar, como una Garza tosca y bruta difiere de un bellísimo y delicado Faisán.

Me he acostumbrado a que el Verano es largo, el calor sofocante, la lluvia una rareza y el frió es frió, y puede que esto suene tonto, pero quien sepa de aquel lejano lugar, donde el agua era mas bien una constante, el verano un momento fugaz y el frió un pretexto para acalorarse con llamativa ropa de invierno, entenderá muy bien mis palabras.

Hace mucho tiempo que cambie el contraste dorado y brillante de las arenas, de las montañas cuyo ropaje es tan ligero que puedo verlas desnudas contra las diferentes tonalidades de azul de este mi nuevo mar, por mis tonalidades de verdes hasta el horizonte, mi selva y mi humedad, que he perdido la noción de tener mi mar a espaldas… vaya sorpresa, una sonrisa se dibuja en mi rostro al recordar, como al igual que aquellos animales marinos que se orientan en la nada de infinito azul sin direcciones ni paisajes, yo siempre tenia bien ubicado mi mar a mis espaldas y el sol a su contraria, hoy, sin embargo, es una sensación extraña cuando visito esas tierras y me desorienta el mar y el sol muriendo al frente… si, he cambiado.

Recorro estas calles, repletas de extraños, más extraños que mis antiguos extraños, y más familiares hoy que ninguno otro, el murmullo de su plática, que irónicamente armoniza mi vida día a día, y que al mismo tiempo suena familiar, y tan ajena y peculiar esa forma de hablar.

Y ese muelle, cada vez que paso por aquí, me detiene, y me cuenta una historia, una historia que trata de nostalgia, y recuerdos.

Frente al río, aquel frío día de noviembre, un pequeño barandal de cemento impedía el acceso a las aguas, mientras en la pequeña rotonda que daban fin a aquella conocida calle, estaban nuestros 4 autos, todos de frente hacia el río, y nosotros 5 sentados en sus cofres, platicando en nuestro silencio, que todos entendíamos mejor que cualquier comentario.

El aire recorría nuestro sitio lentamente mientras acariciaba nuestros cabellos y abrigos, empinábamos las cervezas, el pesar estaba en el aire. Todos sentíamos lo mismo, y nadie lo decía, todos estábamos asustados, todos estábamos confundidos, toda una vida oyendo del vuelo lejano, y sin embargo, toda una vida de no pensar en ello, finalmente, aun todos niños, sin embargo, en tiempo ajeno, nuestra infancia… había terminado, meses antes habíamos dejado atrás la escuela, sabíamos que nuestras vidas cambiarían, pero no había sido el caso, nos inscribimos en nuestras casa de estudio y se nos advirtió que la distancia no sabe a destino, y sin embargo, no lo entendíamos.

El estar juntos, siempre, no era un ideal, no era un sueño, no requería un esfuerzo, era un hecho, una constante, y sin embargo, no sería permanente.

Todos amamos nuestra pequeña ciudad, pero todos conocíamos sus limitaciones y consecuencias, todos queríamos prepararnos bien en nuestro campo… todos sabíamos que nuestra ciudad no ofrecía lo necesario.
Todos nos sentíamos niños… la verdad era, que éramos hombres a punto de empezar su nueva vida, nuestra primera etapa, había terminado, eso es lo que todos teníamos en el alma, la noción de que la constancia que nos unía tanto día a día, se había terminado.
¿Qué tanto cambiaría?... solo el tiempo lo supo contestar.
“A que rancho te vas tu perra”… dijo Cote, de los 5, quizás el mas cercano y lejano al mismo tiempo… perra… curioso como un apodo que simbolizo mi entidad tanto tiempo, hoy me suena tan ajeno… “Tranquilidad, muy al norte, se llama”, “y vas a tener Internet… digo… ¿si hay Internet verdad? O vas a tener que recorrer un kilómetro para ir a la caseta telefónica cada que se nos antoje chingarte?” Atar, todos nos reímos, Atar tiene esta cualidad, es una persona desconsiderada, pero buena, siempre nos llena el corazón su presencia, no pretende ser gracioso, sin embargo no hace otra cosa… las risas se fueron apagando poco a poco, nuevamente el silencio con sabor a distancia reinaba de nuevo.
Eddo se levanto del cofre, y lanzo una botella vacía al río. “Cabron salva las tortugas”, oí decir a JJ, mi hermano, el único amigo que realmente estuvo conmigo desde el principio, quien a pesar de ser menor, me llena de admiración, “Si Eddo, no mames, que no ves que le vas a hacer daño a su mama?”, dijo nuevamente Atar, y nuevamente todos reímos, todos menos JJ y yo, en cambio yo le solté un pequeño golpe al brazo mientras el solo ponía cara de dolor, “Cállate que si no fuera por nuestra lana, green peace no habría salvado a tu jefa de la extinción” le contesto Cote, “y pásame una chela, feo” agrego. Las palabras suavizaban nuestros rostros, pero yo podía verlos por dentro, incluso Atar, quien suele ser difícil de leer, todos sentíamos aquella distancia. Eddo y Cote terminaron con las ultimas cervezas, después JJ entablo una conversación con Atar, no preste atención, pero podía ver que se reían, todos reían de lo que Atar decía, todos menos yo, yo miraba mi rostro al mar mas allá del río, tan distante, de alguna forma sentía que pronto seria mas cercano que mis amigos, baje la vista, mire el suelo, sentí ganas de decir cuanto los apreciaba, cuanto los estimaba, lo que habían significado para mi, cuando lo de mi padre, cuando lo de mi hermano, pero no me salían las palabras, y entonces escuche aquellas palabras… “me tengo que ir, salgo mañana a las 7, y voy a cenar con Nora, tal ves los vea mas tarde”, dijo Cote mientras miraba su reloj, Eddo dejo la cerveza sobre el barandal, y los demás nos despedimos, le di un fuerte abrazo a Cote, y vi como se alejaba en su auto… aún recuerdo que curioso el ruido que hacia su carro cuando tenia que dar una vuelta cerrada, y como lo molestaba Atar con eso.

Atar y JJ se metieron a su carro y discutían acerca de una canción, al tiempo que buscaban cigarrillos, yo hice señas, también quería uno.
“Que puto”, dijo a mi lado Eddo, mi rostro debió expresar perfectamente la confusión que había en mi mente pues después dijo… “Te vas, cabron” solo eso a modo de respuesta, pero yo entendí perfectamente el significado de esas palabras, “No va a ser tan diferente”, mentí, y el sabía que lo hacía, solo me paso un cigarro ya que Atar y JJ no regresaban, fumamos un rato, frente al río, “tienes que irte”, mire mi reloj, era cierto, tenia que irme, le di un abrazo y ambos nos golpeamos la espalda como solíamos hacer en fechas de celebración, JJ y Atar se acercaron también, converse un poco con todos, me despedí de todos, a mi hermano lo vería antes de irme, Atar nos hizo reír un poco antes de subirme a mi carro, mientras avanzaba en reversa, podía ver frente a mi una imagen que no podré olvidar, Atar y JJ sentados en el cofre del Jetta de Atar fumando de los cigarros de Eddo mientras señalaban alguna cosa dentro del río, y a Eddo parado entre los dos carros mirándome, con una cara de seriedad, después di la vuelta, y avance hacia mi casa.

Esta lloviendo, estas gotas, que lentamente salpican mi mano, son tan extrañas, sin embargo tan familiares, no son locales, mucho menos frecuentes, pero si son bien conocidas para mi, pues mi tierra fue la tierra de lluvias.

Paso de largo el muelle, su nostalgia no me hace bien aunque aprecio este recuerdo que me brinda cada que le visitó, me recuerda quien fui, quien fui y porque soy, camino por esta playa, que luce tan familiar, y mas aun cuando esta mojada por la lluvia, aquí el sol termina en el mar, en el que he llegado a llamar mi mar, he vuelto muchas veces a aquella tierra, que solía ser mía, sin embargo, pese a que es la misma, ya no es mi tierra, mis amigos son buenos amigos, y disfrutamos nuestra compañía, pero aquellos que se despidieron de mi ese día en el muelle, dejaron de existir, porque la vida cambia de etapa, al igual que nuestro entorno… y nosotros, también.

Hoy paseo por estas calles, tan familiares, y tan ajenas… hoy, se quien soy… pero extraño quien fui.

jueves, febrero 08, 2007

Correo

Esta es la transcripcion de un correo enviado por un amigo a otro para advertirle de algo.

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Te escribo, esperando que cuando leas esto, no sea demasiado tarde.
Estoy en mi cuarto, no se si ya han entrado a la casa pero no quiero averiguarlo.

No puedo evitar pensar que he vivido todo esto desde el principio.
El lunes, sali de mi casa con mucha prisa, se me habia hecho tarde asi que iba casi corriendo para poder tomar el siguiente camion que pasara.
Llegue a la esquina de siempre, donde tomaba el mismo camion todos los dias. Solo habia un señor esperando. Llevaba un baston y un billete de $20 en la mano derecha, era con la izquierda con la que sostenia el baston. Aun no llegaba a la esquina cuando el señor estornudo. A mi me parecio bastante desagradable pues uso la mano derecha, con la que sostenia el billete, para taparse la boca. Aun asi, no pude evitar decirle: "Salud!!" y es que desde que ando con ella, me he vuelto mas educado.

Camine hacia la otra esquina por que asi, podria tomar un taxi de ruta y si este no pasaba, mi contacto con el chofer, seria antes que el del señor que se estornudo la mano.

El taxi nunca paso asi que tuve que tomar el camion. Era muy tarde, sin embargo parecia un dia cualquiera.
Cuando subio el señor del baston, no pude evitar sonreir por haber subido antes: "No se me pegaran sus germenes", pense.

Ese dia transcurrio como cualquiera.

El martes la calle se veia un poco vacia, el cielo se veia triste, creo que era por que yo me sentia asi, por eso no le di mucha importancia. El señor del baston no estaba en la esquina. era obvio, pues solo encuentro a las mismas personas cuando salgo a la misma hora y ese dia habia salido de mi casa mas temprano que el dia anterior.
Cuando llegue al trabajo, note que muchos estaban enfermos, con gripa. Sabes que soy muy arrogante, asi que me senti como un ser superior por que no estaba enfermo. Me jacte de mi buena salud y trabaje como cualquier dia.

Sali el miercoles, la calle estaba vacia. defnitivamente vacia. Espere el camion durante horas, pero tuve que caminar. pasaban algunos carros, escuchaba algunas sirenas. Era obvio que algo pasaba.
Llegue al trabajo, muy tarde. La mitad de mis compañeros no estaba, la otra mitad parecia preocupada.
"Que pasa?", pregunte.
"Una epidemia de gripa o algo asi, no lo se bien"
fue la unica respuesta que obtuve ese dia.

mas tarde nos dieron el dia libre. camine rumbo a casa. no llevaba ni siquiera medio camino cuando ya estaba muy cansado. sabes que no he hecho ejercicio ultimamente y que como pura basura. comenzaba a oscurecer. ahora se hace de noche muy temprano. Vi a lo lejos las luces de un camion. Tenia que entrecerrar los ojos para saber si era el camion correcto o no. de noche no veo nada, y las luces me molestan mucho.
Me asuste mucho cuando el camion se subio a la misma banqueta donde yo estaba y no se detenia. Hice lo imposible para salir de su camino. Podia escuchar los gritos de los pasajeros mezclados con el motor del camion, despues fueron los gritos de los pasajeros mezclados con un choque espectacular.
Pense un poco si valia la pena acercarme a ayudar pues no se nada de primeros auxilios y es mas probable que estorbara a que ayudara, aun asi me acerque por que alguien tenia que llamar a la policia o a la cruz roja, si no es que alguien mas ya lo habia hecho. un señor bajo corriendo del camion. su brazo se veia en pesimo estado.

No olvidare como gritaba, era como si estuviera desesperado, corrio hacia mi, tirandome al piso.
"tranquilo, tranquilo, que te pasa", fue lo unico que pude decir. lo hice a un lado haciendo un gran esfuerzo. Su brazo estaba roto, pero aun asi parecia que no gritaba por eso. era otra cosa. se paro enseguida y volvio a correr hacia mi.
Yo cruce la calle sin ver, tuve mucha suerte. el carro no me alcanzo a pegar por que esquivo al tipo que venia siguiendome. el no tuvo la misma suerte y fue golpeado.
quedo tirado algunos metros mas adelante. cuando vi como intentaba levantarse, no volvi a mirar atras hasta que llegue a mi casa.

prendi la television. Las noticias decian que era como la rabia. el infectado perdia mucho de su autocontrol, y parecia que segregaba adrenalina todo el tiempo. Eso entendian algunos.

Ese dia me quede en casa, veia por las ventanas como algunos de esos infectados atacaban a las personas. Si alguien me hubiera visto pensaria que yo era un sadico, pues solo veia como eran atacados aquellos que no estaban infectados. Estuve sin moverme, sin prender las luces.
Vi enfrentamientos entre la policia y los infectados. Algunos de los que estaban saludables, tambien fueron muertos por la policia. Parece que no querian arriesgarse.

Toda la nocha escuche disparos. Se fueron apagando conforme pasaban las horas. o creo que yo me quede dormido y deje de escuchar.
Prendia la television solo en el dia por que en la noche el brillo me delataria. Al parecer era algo aislado por que los canales nacionales no decian nada. En el canal local dijeron que los infectados atacaban a los que no lo estaban por que al estar en estado constante de alerta, el gasto de energia era excesivo por lo que necesitaban comer algo para recuperarla. Ni siquiera podian dormir. Creo que por eso gritan tanto, me imagino su desesperacion. No se atacaban entre ellos por que sabian que su carne no era tan fresca, creo que todavia podian distinguir algunas cosas, al menos eso dijeron o eso entendi.

Al poco tiempo me acabe la unica comida que tenia en la casa, me tomo un dia decidir salir a la calle. Hay una tienda frente a mi casa, de hecho dos, pero parecian estar selladas. Me asome por la ventana de arriba. Era muy feo el panorama. Habia muchos cuerpos tirados en la calle. Escuchaba gritos a lo lejos. unos eran de terror, otros eran desesperacion, pero se escuchaban muy lejos.
Me aventure a dejar la puerta abierta para salir a la tienda y no tener que perder tiempo en cerrarla nuevamente. Corri hacia la tienda. La que estaba frente a mi casa. Mire por la ventana. el señor que siempre me atendia estaba tirado en el suelo. llorando en el piso habia una niña. lloraba inconsolablemente, pero en silencio, como si se hubiera quedado afonica de tanto gritar. Su padre, estaba tirado junto a ella, estaba ensangrentado, como si lo hubieran mordido. La puerta estaba abierta asi que entre.

Me acerque a la niña. Ella se lanzo hacia mi, e intento morderme, no estaba llorando, es que no podia controlarse y estaba desesperada. creo que se habia rasgado las cuerdas vocales de tanto gritar. ella habia mordido a su padre. No pude matarla. tuve que volverla a encerrar en aquella tienda, sola donde su padre estaba muerto junto a ella. Tampoco pude tomar nada para comer. Crei inocentemente que ella lo necesitaria mas que yo.

Fui a la otra tienda. La puerta estaba abierta. pero no sirvio de mucho, la tienda estaba vacia, los empleados estaban en el piso. todos estaban muertos. Quedaba un poco de leche en los refrigeradores pero habian dejado de funcionar. la leche estaba descompuesta. sonrei. en ese momento me acorde de cuando tome leche descompuesta. pero mi sonrisa se esfumo con la misma velocidad con la que llego. al ver que no habia nada que comer, pense que pronto moriria, el agua potable se acabaria tambien.

decidi ir mas lejos. a unos 300 metros habia un mini super. es probable que ahi hubiera algo. tenia que eliminar todas mis opciones. Camine, el tiempo me parecia eterno. el silencio era interrumpido de vez en cuando por gritos de miedo que se apagaban despues. llegue a la tienda. Un empleado se acerco y me grito: "Que quieres?"
"Algo de comida", respondi.

Los humanos no dejan de ser humanos nunca.

"Cuanto dinero traes?". Su pregunta me sorprendio bastante. yo no pensaba en valores o en moral ni nada por el estilo, siempre he pagado por comida asi que lleve mi mano a mi bolsillo para sacar mi cartera de manera instintiva.
"$500, eso debe ser suficiente", fue lo primero que pense
"es lo que traigo...", le mostre mi cartera.
"por eso solo te dare unas galletas y un poco de agua..."
"no estoy mendigando, estoy comprando!!"
"no me interesa, sabes donde esta la proxima tienda, asi que tomalo o largate"

Me sente afuera de la tienda. Estaba un poco decepcionado. No servia de nada lo que yo tenia. en ese momento no me importo nada, pense que iba a morir de hambre o alguno de esos infectados me morderia, asi que daba igual. pero al parecer no todos pensaban los mismo.

un carro embistio la tienda, rompiendo cristales y lesionando al empleado. No lo dude y entre para tomar comida. tome lo que pude cargar y sali de ahi.
Cuando estaba saliendo, el empleado me dijo: ayudame por favor.
yo solo respondi: "cuanto dinero tienes?"

sali de ahi. pense que estaba mal lo que habia hecho, pero no importaba, todo estaba mal en ese momento. siempre quise tener que luchar por vivir, esta era mi oportunidad.
Camine hacia la casa, pero tuve que comenzar a correr, un grito a lo lejos. parecia de uno de esos infectados, no quise arriesgarme asi que segui corriendo. entre en mi casa. puse el candado de la reja exterior. deje la comida en el piso y camine despacio hacia mi puerta. escuche ruidos y asumi lo peor. cerre la puerta con llave. estaba encerrado en mi patio.
"abre la puerta, soy yo"

era mi compañero de cuarto. habia llegado mientras estaba fuera.
"te han mordido?" fue lo primero que le pregunte, no le pregunte si estaba bien o como habia llegado
"no, y a ti?"
"creo que no"

abri la puerta pero no me dejo entrar, "estas seguro que no te han mordido"
"si estoy seguro, dejame entrar, traigo comida".

Me dejo pasar. Le di la mitad de la comida. me lleve la mitad a mi cuarto y no he salido desde entonces.
Le deje las llaves a el. Menti cuando dije que no me habian mordido. La niña me mordio.
Subi a su cuarto, toque la puerta y le dije que tomara mas comida. No me cuestiono y se encerro, sabia que le habia mentido, por eso acepto la comida.
"Adios", le dije.
"Adios" me contesto.

Fue la ultima vez que hable con el.
He estado encerrado en mi cuarto desde entonces. Perdi mi telefono. No se que hora es, no se como esta mi familia.
Escuche muchos gritos recientemente, no se si fueron en la entrada de la casa o en la casa de al lado. He estado estornudando mucho. recuerdo que en las noticias dijeron que los infectados no se atacaban entre si por que sabian reconocer quien ya estaba infectado y quien no. creo que no han entrado a la casa por eso.
Todavia tengo red asi que te envio esto, es solo para que te cuides, no te vaya a pasar lo mismo.

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