lunes, noviembre 20, 2006

El Ultimo Guardian

Aun recuerdo cuando todo era armonía en este mundo, el bosque y sus criaturas, los dragones que sombreaban la tierra durante el día e iluminaban los cielos durante la noche, y los Uria que siempre cantábamos… ahh, que grato recuerdo cuando poblábamos estas tierras, cuando no estaba solo en este mundo… pero todo cambio el día en que llegaron los hombres, los hombres que liberaron a los seres de las tinieblas.
Cuenta una leyenda que tras la gran batalla al principio de los tiempos, entre la luz y la oscuridad, en la que con ayuda de los Dragones Ancestrales, los gigantes de la luz vencieron, un poderoso hechizo esclavizo a los seres de las tinieblas que sobrevivieron en un mundo intermedio de oscuridad al que llamaron Drakessia, entonces crearon al primer Uria, nuestra raza nació para guardar las puertas a este reino, nosotros somos los guardianes de los Drakeles, los esclavos de la luz que residen en la oscuridad, por eso fuimos bendecidos por los seres de la luz con grandes poderes.Los Uria proliferamos y poblamos los bosques, los grandes dragones de antaño dieron fruto a nuevas generaciones de dragones jóvenes que se adueñaron de todos los cielos, nunca volvió a aparecer uno de esos enormes y poderosos dragones que aparecen en leyendas, y entonces, los gigantes de la luz decidieron crear al hombre, y sin saberlo, dieron fin a esta magnifica era.
“Los hombres tienen un gran futuro, solo necesitan entender a la madre tierra, tenerles fe” decía mi padre, pero mi padre estaba equivocado, el hombre era bárbaro, torpe y salvaje, peleaban entre ellos, no convivían con el bosque, lo destruían y cazaban sus criaturas… proliferaron también, pero mucho mas que nosotros… pronto se extendieron por todas las tierras, incluso nosotros tuvimos que retirarnos a los mas profundos bosques para huir a su bélica cultura… a los dragones les daban caza y buscaban con ansia sus nidos, en cambio estos, enfurecidos, comenzaron a odiarlos, dondequiera que pasaban quemaban sus aldeas y devoraban a los que se les enfrentaban, así empezó el conflicto entre hombre y dragón, es curioso, en ese entonces no era posible imaginar que esta ultima poderosa raza terminaría perdiendo el conflicto, hoy apenas sobreviven algunos.

Fue en esos primeros días cuando uno de esas bestias encontró la puerta de Arras en lo profundo de los pantanos y desato la oscuridad… jamás olvidare ese día, el día que se oscurecieron los cielos.

Mi gente trato de proteger las puertas… pero poco pudimos hacer contra los Drakeles, una a una fueron cayendo las puertas… los Dragones mas viejos vinieron de todos los horizontes para hacer frente a los oscuros, fue una batalla sangrienta… nosotros protegíamos la ultima puerta, la puerta del mas poderoso de todos los Drakeles, la puerta de Tlaoc, el señor de la destrucción. Mi padre me ordeno que invocara a los luminosos, que me dirigiera al bosque blanco donde descansaban, que el iría a buscarme cuando todo terminara… sigo esperando con ansias ese día… los luminosos llegaron tarde a la puerta, los Dragones y Urai pelearon fieramente, pero al final… Tlaoc fue despertado, y desato la furia sobre los guardianes, Dragones y Urai, todos fueron destruidos en la batalla de la ultima puerta… todos menos uno.
La batalla continuó hasta que solo quedaron los dos seres más poderosos de todos los tiempos, Tlaoc de las sombras y Zaga de la luz… ninguno de los dos pudo someter a su rival, finalmente… Zaga decidió usar un hechizo prohibido, este logro separar el cuerpo de Tlaoc de su alma, pero el precio fue su propia existencia… ese día se termino la luz.

Encerré el cuerpo de Tlaoc en las ruinas de la ultima puerta… donde ha permanecido hasta hoy, en lo profundo del gran bosque, su mente se mantiene cautiva en Drakessia, sin embargo el luminoso me advirtió que el hechizo no duraría para siempre, por eso me convertí en el vigilante eterno de la tumba de Tlaoc… hasta hoy…Desde entonces recorro estos bosques que se han oscurecido debido al gran poder dormido en el… después de la batalla final el mundo como lo conocía dejo de existir, los hombres lo poblaron y cambiaron todo, las criaturas se han vuelto salvajes y asustadizas… los sabios árboles han abandonado todo interés en compartir su sabiduría y rara vez sorprendo a alguno conversando con alguna criatura… Solo me acompañan Bur Tok el antiguo báculo que usaba mi padre y cuya sabiduría me ha acompañado durante mi eterna vigilia… y Puuk, un enorme Búho Gris… que es, junto conmigo, la criatura mas antigua de este mundo.Cuando salí del bosque los hombres huyeron temerosos a mi paso, “El monstruo del bosque… el hechicero maldito…” gritaban a su paso, ¡Ja! Aunque no es de extrañarse, la apariencia de mi gente fue olvidada junto con la historia del pasado que marco el destino de este mundo… pero aunque encuentro divertida la reacción de los hombres, no he abandonado los bosques por razones insignificantes… hace unos días el sol entro en un nuevo ciclo de renovación, la luz de antaño perdió todo su poder, el ultimo hechizo de la luz… se esfumó… y el mal que permanecía dormido en estos bosques… ha despertado… por eso es que abandono estos bosques… porque yo soy Mitao, el último Urai… el último guardián…

Y aunque yo no apreció a los hombres… hoy recuerdo las palabras de mi padre… “… tenerles fe… porque tengo el presentimiento de que algún día… el destino de este mundo, recaerá en sus manos”… bien padre, hoy el destino llama a los hombres a ocupar su lugar en la historia… y yo… les tengo fe.

domingo, noviembre 12, 2006

Heroe Anonimo

[[ Este fue escrito para una competencia en un foro bastante bueno, aunque no fue utilizada aqui esta el link para los que esten interesados: http://metatextos.blogspot.com/index.html ]]

Un hombre se encuentra sentado con una pierna estirada y la otra encorvando su rodilla, esta recostada contra una pared que protege un respirador, el cual no esta funcionando por el momento, sus aspas no se mueven. Levanta su mano, acerca el cigarrillo a su boca, “Sal”, dice lentamente antes de liberar el delgado humo grisáceo que ligeramente sube en el aire jugando con la imaginación del sujeto mostrando formas y fantasmas. Vuelve a colocar el cigarro en sus labios, y tras fumarle un poco, se dibuja una sonrisa en su rostro, su cabeza esta cubierta por un capuchón, una pesada capa cubre todo su cuerpo de la lluvia ligera, pero fría. “Es un buen día para morir”, dice y después alza un gran rifle con un telescopio cubierto por un vendaje de una tela gris, libera el seguro y baja las tres extensiones que tiene el rifle a modo de tripie, frente a la punta de su bota, se encuentra el borde del piso, muy abajo se observa una calle, donde la gente camina regularmente a ambos lados sobre la banqueta y los carros siguen un trafico normal, todo indica que se trata de un día como cualquier otro, pareciera imposible pensar que en una mañana fría con una lluvia ligera que refresca la ciudad renovando todo a su paso, el narcotraficante mas poderoso de México, este desayunando en un restaurante común y barato.
Del lado contrario de la acera, una camioneta Lobo Harley Davidson con rines cromados y cristales oscuros se estaciona frente a un local de comida italiana, del vehiculo salen dos hombres que visten un traje gris claro y gafas para sol, uno de ellos se interna en el local, mientras el otro sujeto abre la puerta, del edificio sale un grupo de hombres, 2 mas uniformados con el mismo traje y gafas, y 2 mas, un hombre pelón con barba negra y una traje negro con corbata roja, y su hijo.
En lo alto del edificio, el hombre retira el protector del lente, se percina y dice “Cuando llegues con el señor…” Tres disparos cortan el aire, el ruido es amortiguado por el silenciador de 10 cm en la punta del cañón y la lluvia, “…dile que no mereces entrar, monstruo” los escoltas presentan sus armas, el hijo llora a su padre, un hombre se desangra en el suelo, con un disparo en la frente, uno en el pecho y uno el cuello.
Quien hubiera pensado que una mañana como cualquiera, el mayor narcotraficante de México, se convertiría en la 8va victima de aquel justiciero anónimo que simplemente se llama a si mismo con el seudónimo de: Robin Hood, enemigo de los enemigos del pueblo.

jueves, noviembre 02, 2006

un año mas

Como cada año, lo espero. Sabia que era solo cuestion de tiempo para que apareciera. Se habia preparado mucho tiempo, pero nunca se esta completamente listo para una ocasion asi.

Desenvaino su espada.

Su enemigo, no suele atacar por sorpresa, pero no lo hacia por eso, saco la espada para que cuando el llegara, supiera que ya lo estaba esperando.

No le agradaba la idea de que profanara estos dias santos, pero sabia que era la unica oportunidad que tenian para encontrarse, gracias a que es cuando los espiritus visitan la tierra.

El nerviosismo aumentaba. Un año es poco tiempo, pero cuando sumas muchos, te das cuenta que tus reflejos son cada dia mas lentos, tu vision te engaña. Tu cuerpo te traiciona. Su enemigo no tenia esos problemas, para un espiritu, el tiempo no existe, es infinito.

Cuando llego, cruzaron unas palabras antes de comenzar:

-Trajiste mi espada.
-Sera un honor, derrotar a este demonio, con la espada de mi amigo.

No dijeron mas, antes de haber sido enemigos, antes de que vendiera su alma a los demonios, eran amigos. Los mejores.

La batalla, fue espectacular, y si podemos compararla con una pieza musical, fue una ejecucion perfecta.

Pero los años no pasan en vano. La carne se pudre, y el espiritu permanece.

Ese año, seria el ultimo que pelearian asi, con una desventaja para uno de los dos.
El otro año, cuando los espiritus visiten la tierra, se encontraran una vez mas.