domingo, mayo 20, 2007

Peleador Libre

Las olas acarician la orilla, una tras otra superan el limite de la anterior y moja un poco mas de la arena, el llamado de las gaviotas suena por todos lados, el viento acaricia mi rostro… esta playa, estos guantes, cuando me hubiera imaginado que estaría aquí, veo a Tahaki conversar con aquel sujeto, que hace poco entro, junto con el, a mi vida, puedo ver que por fin alguien se acerca a la distancia… siento como se estremece mi cuerpo, puedo sentir como se incrementa dentro de mi… esa adrenalina… mis puños tiemblan… puedo sentirlo… en mi... cuando me hubiera imaginado… que yo seria un peleador.

***

Todo comenzó hace 2 años… algunos pensarían que fue cuando conocí a Tahaki, o cuando comenzó a enseñarme, pero se equivocan, yo se que todo comenzó cuando conocí a Amanita, el día que conocí a la mujer que me cambió para siempre.

Había dejado mis tierras, para seguir mi sueño, estudiar mi carrera, “una carrera sin futuro” dijo muchas veces mi padre, pero mi mente siempre ha soñado con el ecoturismo, vine hasta aquí para realizarlo. En este lugar me encontré con grandes personas, muy interesantes, muy diferentes y entre todas ellas, hubo una que cautivo mi atención, de figura sensual, extrovertida y original personalidad, combinadas con una belleza exótica, desde el segundo en el que la conocí, sabía que era la persona mas opuesta a mi, tan ridículamente libre, que caía en el libertinaje, sin embargo, también sabía que era lo mas adictivo que había descubierto… fue instantáneo, después de llevármela a casa y hacerle el amor, quede prendido de ella… para mi maldita fortuna, quede prendido.

Amanita, que extraño nombre, todo acerca de ella era interesante, era intoxicantemente atractiva, parecía una de aquellas míticas sensualidades exóticas sudamericana, y razones para esto había, Brasil era su pasado, su nombre era el de un hongo, y como tal, fue su efecto sobre mi.

Pero no fue conocerla lo que marco mi vida, sino su traición… me enamoro con su misterio, me enfermo de celos con su libertinaje, y finalmente me apuñalo con sus engaños.

Tito, mi mejor amigo, el primero que conocí, llamó una tarde para decirme que quería platicar “¿Dónde estas viejo, voy por ti para echarnos una chela?”, bien dije, y así fue, solo que la cheve vino con una sorpresa, fue la primera vez que sentí esa furia, esa ira que solo se incrementa, como rabia mientras trastorna mis pensamientos, a medida que me contaba lo que sucedía entre mi novia y Manuel, aquel que conocí al mismo tiempo que a Tito, mis primeros dos amigos. Ese día nació mi odio. Enloquecí, fui a buscarla, ahí estaba el, pero no hice nada, aun, dentro de toda mi cólera, existía aquel ingenuo, o tal ves estupido, iluso que se aferraba a cualquier esperanza, necesitaba escucharlo de ella, tenía que saber que era mentira… no lo era.

Y así tan rápido como llegó Amanita, se fue, lastimando más que mi corazón, mi orgullo y mi confianza.

Me aparte de mis amigos por evitarla, a ella y a el. ¿Por qué no lo ataque?, aun no lo se, tal ves fue el hecho de que nuestros amigos mutuos me aconsejaran no hacerlo, o que podría traer consecuencias con mis estudios, al ser el mejor estudiante que yo, muy dentro de mi, sabía que era porque estaba aterrado, temía que si me le enfrentaba y perdía, acabaría aún mas humillado, destruyendo por completo mi orgullo… cobarde, pero sensato.

Con el tiempo perdí el resentimiento, contra ellos, pero la rabia permaneció.

Mas tarde ese mes, hubo una gran fiesta de la universidad, había dejado de salir, para alejarme de todo, pero mis amigos me convencieron de no perderme esta, y me aconsejaron bien, buena fiesta, todos estaban ahí, mis amigos de siempre, mis viejos amigos y mis nuevos amigos, todo estaba bien, hasta que dos personas comenzaron a discutir, uno de ellos era Ismael, a quien apenas conocía, sin embargo ya había formado una buena amistad con el, discutía con otra persona, mas grande, de séptimo semestre no sabía por que era la discusión, pero discutían cada vez mas fuerte, no mucha gente prestaba atención, la mayoría seguía bailando, pero yo estaba pendiente de mi amigo, observe como amigos de la otra persona se acercaban por detrás de mi amigo, tenía que hacer algo, pero sentí miedo, todos pusieron atención cuando el otro sujeto golpeo de repente a Ismael en el rostro, el contesto inmediatamente, un circulo se abrió donde se llevaba acabo la pelea, pero los demás cayeron sobre Ismael, sin estar totalmente decidido a pelear me dirigí hacia el, no podía dejarlo solo, pero justo cuando me acercaba lo suficiente, lo vi, fue la primera vez que lo vi pelear ahí estaba Tahaki, sus puños levantados y sus largas piernas manteniendo un compás amplio, bailaba entre los sujetos que rodeaban a Ismael, todos estaban sorprendidos, no habían esperado eso, se movía con gracia, manteniendo su estancia en cada movimiento, y tiraba ágiles patadas que iban tirando a cada uno de los que atacaban a Ismael. Quede sorprendido.

Tahaki es una de las personas mas interesantes que he conocido, es un homenaje a su nombre y a su cultura, en su lengua, Tahaki es el nombre de un Dios protector de los Peces, maestro de danza de las polinesias, y un neotradicional Tahitiano, es un gigante de 1.98 mts, con largas y fuertes piernas, es un surfer profesional, pesando tan solo 70 Kg, es puro músculo, es muy hábil, es un maestro de palo de fuego, viene a estudiar la carrera, como todo hombre tahitiano, maneja su propio estilo de combate, combinando diferentes estilos, basándose principalmente en Muai Thai debido a su complexión, no es agresivo, sin embargo tiene colmillo demás para pelear, lleva marcado en su cuerpo un tatuaje, que según me entere mas tarde, es una leyenda de sus ancestros, por estas y muchas otras cosas le admiro mucho, pero no por estas en si, sino porque a pesar de tener en verdad razones para decir que es alguien especial, humildad y sencillez son lo que realmente lo hacen diferente.

Mi interés por el combate apareció por primera vez, descubrí mi fascinación por las peleas, disfrutaba cuando presenciaba una, y así fue como de nuevo me inscribí a un establo de Box, el costal es el mejor amigo del desahogo, y vaya que disfrute la tranquilidad que me brindaba, el Entrenador se intereso en la fuerza con la que golpeaba, mi forma de liberar el rencor, pero se decepciono cuando escucho mi respuesta “no subo al Rin, solo lo hago para ejercitarme”. Jamás volvió a ponerme atención… ¿Por qué no subir al Rin?... desde que lo practique por primera vez, en mi tierra, mi padre me había advertido de no combatir, y el miedo mantuvo esa filosofía en mi cabeza, pero miedo a que.

Cuando era pequeño era tan agresivo y violento que mi madre y mis maestros me castigaban y regañaban continuamente, pero de repente mi forma de ser cambió, en algún momento que no recuerdo, murió ese ser agresivo, para dar lugar a uno temeroso, y no temía a una paliza, temía lastimar a alguien, creo que fue el pensamiento de lastimar a mi hermano menor lo que me cambió, pero desde entonces, me convertí en una persona pasiva, muchas veces incluso soportaba demás, pero nunca respondía.

Dejé el Box por esa razón, los compañeros me molestaban para provocarme, pero yo preferí aguantarme, una vez más.
Un día, cuando caminaba a casa, descubrí un lugar que llamó mi atención de inmediato, “Dragón Negro” un pequeño local en la planta alta de una micro plaza, en la cual había un grupo de jóvenes en uniformes negros corriendo, subí y observe toda la clase a través de la ventana, calentamiento, técnicas, y finalmente combates de practica, era Kempo, me maravilló, regrese al día siguiente, y el siguiente, siempre observando desde la ventana, jamás había estado en artes marciales, y no tenía el valor para entrar, hasta que un miércoles el maestro me pidió que lo hiciera, la clase bromeaba acerca de mi, se había creado una interacción extraña, ya que habíamos comenzado a hablarnos, finalmente me habían invitado a ver la clase desde el interior, fue una experiencia agradable, hasta el momento en que el maestro me pidió que me acercara, estaban terminando la clase, realizaban combates, y me dijo que quería ver que podía hacer, me sentía estupido, ahí estaban todos con sus uniformes y buen tiempo de practica a mi alrededor, mientras que yo llevaba unos pants deportivos y una playera verde, me dijo que me parara frente a uno de sus alumnos, le dijo que fuera suave conmigo, sin saberlo, me había metido en un combate, tenia miedo, curiosamente, tenia miedo de golpear, y no de ser golpeado, el alumno sonreía un poco, y se acercaba sin cuidado, sin atacarme, lanzo dos o tres patadas y yo retrocedí el mismo numero de veces, hasta que caí de espaldas durante la última, sabia que el no me atacaba con fuerza, estaba conciente de mi ignorancia y no se aprovecho de eso, todos rieron ante mi caída, para mi desaliento, sin embargo el maestro me indico que regresara a la pelea, mi contrincante se acercaba, nuevamente falseando patadas para espantarme, instintivamente subí mis puños, el Box es el único combate que había entrenado, y escasamente, “firmeza a tu guardia, separa mas las piernas” ordenaba el maestro, “empújalo” me aconsejaba otro estudiante… una patada en el rostro, no había sido con fuerza, mi contrincante seguía conteniéndose, pero me asustó, sin embargo, sentí de nuevo aquella rabia, mi cuerpo comenzó a estremecerse, deje de escuchar lo que decía el maestro y sus estudiantes, tan pronto como mi adversario trató de lanzar una segunda patada, me lance al frente con un gancho a su costado, todos enmudecieron, el se doblo del golpe, y rápido trato de corregir con una patada cruzada, pero yo estaba enloquecido, antes de recibir el golpe lance rápidamente tantos golpes como pude, lo siguiente que recuerdo es que golpeo fuertemente su rostro con mi derecha y el cae al suelo de espaldas, los estudiantes se quedaron inmóviles, el maestro se acerco a donde el alumno había caído, mas que lastimado, estaba sorprendido me miraba con confusión, me sentí muy mal y salí corriendo de ahí.

Y una vez más pensé en Amanita, en Amanita y en Manuel.

Al día siguiente fui a una fiesta, con mis amigos, no pensaba mucho en lo que había pasado, disfrutaba del alcohol, el cigarro y las amistades y entonces llegaron ellos dos, habían formalizado su relación algún tiempo después de terminada la mía, las cosas se pusieron tensas, verán, mis amigos son sus amigos, y las cosas quedaron entre nosotros tres, mis amigos mantuvieron su relación conmigo y con ellos, así que la presencia de los 3 ahí era un poco incomodo, así que decidí retirarme, aún cuando disfrutaba el bar, decidí ceder el terreno, como siempre, preferí huir, ellos se habían acostumbrado a esto, y lo aprovechaban, el me saludaba, como si nada hubiera pasado, eso me hervía la sangre, pero aun así lo hacía, ella se paseaba saludando a todos de su mano, como si nunca me hubiera conocido. Eso era lo que mas me enfurecía, su indiferencia, la impunidad, pero era yo el que así lo había querido.

Aquel bar se encuentra cerca de mi casa, había dejado mi camioneta en casa, así que caminaba por el malecón, la gente pasaba a mi lado, riendo, se dirigían a los bares, iniciaban su noche… ¿Por qué terminaba yo la mía?... ¿Por qué una vez mas me retiraba y les dejaba la fiesta?, la idea comenzó a molestarme, hasta que finalmente sentí de nuevo la rabia hasta que no pude soportarla, gire y golpee con toda mi fuerza la pared una y otra vez, justo antes de golpear de nuevo la pared, alguien detuvo mi brazo, me sorprendió, pensé que no había nadie, pero mi sensación de estupidez dio lugar a sorpresa cuando vi que se trataba de Tahaki. “Hombre imprudente, pelea, Hombre idiota, golpea pared” sonreí por la manera extraña en la que habla tahaki, así como por la verdad de sus palabras, yo le había conocido por Ismael, pero no era realmente mi amigo, soltó mi brazo, “¿Quién odia Kike?” preguntó entonces… “Manuel”, respondí inmediatamente, sin penarlo, “Tahaki entiende”, respondió, como todos, sabía de la historia, “pero pared no sirve, si Kike quiere sacarlo odio, Tahaki pelea”, yo me reí, pero el me miró serió y nuevamente dijo “yo quito eso, que sientes y no te gusta, yo te ayudo a quitarlo”, entonces me sorprendí, estaba hablando en serio, aquel gigante me estaba proponiendo una pelea, estaba asustado, pero para ser mas precisos, estaba entusiasmado, de alguna forma, sonaba alentadora la idea de pelear, cruzamos la calle, y caminamos por la playa, nos alejamos de la calle, llegamos a una playa de un hotel abandonado, cerca del mar hay una torre de 3 niveles, que alguna vez funciono de mirador, se quito la playera y la colgó del barandal del primer nivel, yo hice lo mismo, “golpea, con fuerza, no patadas, puro golpe, yo aguanta… cuando estés listo” y nuevamente lo vi tomar esa posición de guardia, con sus brazos alzados y sus piernas flexionadas, ahí estaba, podía verlo esperarme, me sentí alentado, pero algo me detenía, normalmente no peleo, me sentía raro, incomodo, “empiézale” seguido a esto me lance al frente, tan pronto como lo tuve cerca golpee con toda mi fuerza con el brazo derecho buscando su abdomen pero ágilmente uso uno de sus codos para golpear mi brazo y me aventó con la otra mano, “mas fuerte” dijo, y rápidamente me avente de nuevo al frente intente golpearlo muchas veces, a medida que peleaba me enfurecía, en verdad me estaba desahogando, y golpeaba con todas mis fuerzas, sin embargo Tahaki logra desviar o detener todos mis ataques incluso lograba golpearme con la mano abierta y levemente el rostro, cosa que me enfurecía mas o me torcía el brazo mientras sujetaba mi hombro a modo de sumisión, aquel encuentro no duró mas de 20 minutos, en mi ultimo golpe, tahaki atrapo mi brazo me jaló hacia si y utilizó su otro brazo y su pierna para aventarme por sobre mi cabeza hacia mis espaldas, quede tendido sobre la arena, totalmente exhausto, respirando estrepitosamente, mis brazos totalmente extendidos me dolían del esfuerzo, me dolían las piernas de los golpes con los que gentilmente había sido derribado por mi adversario numerosas veces y entrecerraba los ojos debido a los escasos golpes que había recibido, sin embargo, el estaba como si nada hubiera ocurrido, aún manteniendo su guardia, con una respiración tan tranquila que no podía apreciarla, “¿No mas Manuel?” preguntó, tras los primeros golpes me había olvidado totalmente de Manuel, tenia razón, mi furia se había ido con cada golpe, solo pude sonreír, “Vamos, curate”, me ayudo a ponerme de píe, y a sentarme recargado en la torre, mientras el esperaba a secarse para ponerse de nuevo la playera. Después de eso caminamos hasta la calle, y nos despedimos y cada quien tomó su camino, antes de alejarme gire para darle las gracias, el solo siguió caminando alzando una de sus manos sin voltear. Solo tenía dos cosas en mi cabeza, la primera, acababan de ponerme una madriza, usando el mínimo esfuerzo, la segunda, tenia que volver a recibir esa paliza, tenía que volver a pelear con Tahaki.

Al día siguiente amanecí envarado, pero me sentía enérgico, salí a correr, regrese a hacer abdominales y lagartijas, no sabía que hacer, solo se que quería mejorar mi cuerpo, pasaron los días y seguí entrenando, cada vez mas fuerte, corría mas, hacía mas series, comencé a practicar box de nuevo en mi casa, conseguí un costal, mas tarde me armé de valor para presentarme nuevamente con el Maestro de Kempo, la clase se sorprendió de verme, pero todos rieron e hicieron burla de aquel al que había golpeado ese día, sin embargo me aceptaron, comencé a entrenar Kempo, y seguí entrenándome por mi cuenta, en uno de esos días, me topé con Manuel y Amanita, como siempre, su cinismo los llevó a saludarme, sin embargo esta vez no me quedé callado, tan pronto como el me extendió la mano, me levanté, lo tomé de los hombros y lo giré para colocarlo contra la pared, “No se por que no te he roto la madre, pero hazte un favor, y no la cagues, en tu p#ta vida te me acercas de nuevo”, estaba aterrado, no contesto, no me sentí vengado, ni satisfecho, sencillamente no sentí la necesidad de seguirme callando, ella me miró sin decir nada, no intento detenerme, simplemente se dedicó a mirarme.

Le pedí a Ismael que se diera un tiro conmigo, aunque de momento se rió, quedo muy sorprendido cuando le mostré los guantes, sin embargo accedió, el, aunque pequeño en comparación, compartía el colmillo con Tahaki, era peleonero, sin embargo tuve que retenerme un poco, realmente le acomode una paliza, sin herirlo realmente, ambos estábamos impresionados, quizás mas el que yo, pero ambos lo estábamos, después busque en la facultad, había alguien que ofrecía cursos de capoeira, lo contacté y le pedí peleara conmigo, la propuesta le sorprendió, pero accedió, la pelea no fue fuerte, ninguno de los dos peleó con ganas de lastimar, pero sirvió para probar mi incremento de agilidad. Finalmente decidí retar a Tahaki, el sonrió y dijo que si sin pensarlo siquiera. Esta vez fue en su casa, en el patio, yo estaba ansioso, cuando vi que nuevamente tomó su guardia, y me dijo “ven” me lance con fuerza, pero esta vez intente tirarle una patada, sencillamente desvió con sus brazos, intente usar entonces mis puños, pero fácilmente se libro con sus manos, no podía tocarlo, el no peleaba de vuelta, tan solo se dedicaba a esquivar mis ataques, “vamos responde” le dije, pero nuevamente siguió esquivando mis golpes, finalmente intentó someterme con la misma llave que había utilizado aquella vez en la arena, sin embargo esta vez giré mi cuerpo junto con mi brazo, se sorprendió, me estaba librando de su llave fácilmente, cuando termine de girar intente golpearlo en el pecho y por primera vez me lanzo una patada, fue suficiente para derribarme, la patada me golpeo en el pecho, pero aun cuando me protegí con mi brazo izquierdo, fue demasiado fuerte, me levante, despacio, mi brazo dolía, pero aun tenia mi otro brazo ileso, me lance con fuerza, para mi asombro tahaki me recibió con su rodilla, por la fuerza que llevaba mi embestida, mis piernas y brazos se estiraron hacia el frente, mientras su rodillazo me impulsaba hacia mis espaldas, después de eso quede completamente tendido en el suelo nuevamente, sin aire, su golpe fue suficiente, creí que había mejorado, y tal vez así había sido, pero me demostró que aún existía una enorme diferencia entre nuestros niveles, aún hoy existe.

Aunque en un principio me sentí humillado, pues me había derrotado con tan solo dos golpes, pero al menos había obligado a Tahaki a contestar mis golpes, y eso ya era algo.

Regresé a mi entrenamiento, cada día mas convencido de que tenía que seguir haciéndolo, analizaba la pelea, una y otra vez, ni los golpes que desarrollaba con mi costal ni las técnicas que aprendía en el Kempo me daban la misma fuerza que había recibido con ese rodillazo, pero, ¿Por qué?.

Al día siguiente fui a su casa, “enséñame Mui Thai”, le dije, el me dijo que pasara, y ese día empezó a entrenarme, no era Mui Thai realmente, como el explico “Tahaki no Mui Thai, Tahaki aprende Kempo, Tahaki aprende Mui Thai, Tahaki aprende Aikido, todo eso mierda en calle, uno aprende a su combate”, así que comencé a desarrollar mi estilo, junto con los conceptos de los diferentes estilos que hasta cierto punto maneja Tahaki, como me explico y pude descubrir, mi complexión no era la mas adecuada para Mui Thai, en cambio concentramos mi entrenamiento en una base de Kempo y Aikido, basamos mi ataque en velocidad, yo pensé que me entrenaba por mi insistencia, pero entonces me dijo ese día, “has mejorado mucho, ahora toca pelear”, no entendí muy bien a que se refería, pero fue cuando descubrí el mundo de los peleadores callejeros, pero esto no tiene nada que ver con las vulgares peleas que nacen de discusiones en bares y otros lugares, este era un nuevo mundo controlado y organizado de peleadores en todo el mundo que viajan para combatir con otros, Tahaki pertenece a este, y había hecho todos los preparativos para convertirse en mi Maestro dentro de este mundo, el seria mi representante, mi hermano mayor, “Tu primera pelea es el viernes”, cuando dijo esto, de momento me asuste, sin embargo, nuevamente sentí esa emoción, mi primera pelea, serpia contra un joven de mi edad, del estado de Jalisco, cuyo “hermano mayor” era un amigo de Tahaki, ambos habían tenido al mismo hermano mayor en sus inicios en la hermandad.

Casi no pude dormir, finalmente llegó el viernes, el día de mi combate, y por eso estoy aquí, en esta playa, en la que tendré por fin mi primer combate oficial, no será una sucia pelea callejera, sino un verdadero combate entre 2 peleadores entrenados en diversos estilos, he de ahí el nombre de la hermandad; Peleador Libre.

***
Puedo ver como se acerca el otro sujeto, se ve fuerte, brazos fuertes, pero cortos, debe basarse en algún estilo de sumisión, es de mi estatura, tendré problemas para manejarlo.

Kevin: Tahaki, Kike, les presento a Daniel, esta será su quinta pelea, 4 nacionales 1 internacional, 3 victorias 1 derrota.
Tahaki: Suena bien.

Mi cuerpo comienza a temblar, siento como nace esa furia dentro de mí, pero no es descontrolado, con Tahaki aprendí a controlar la ira y usarla como fuerza, estoy ansioso, por fin me enfrento a un peleador de mi nivel.

Por fin estamos listos los dos, ambos calentamos, ambos hablamos con nuestros hermanos, ambos serán jueces… escucho a Tahaki contar, mi cuerpo responde automáticamente… avanzo a velocidad contra el… el viene hacia a mi… ambos vamos a comenzar con una patada… todo será de quien pegue primero…

***

…¿Por qué?... la pelea iba bien, ambos habíamos dado buenos golpes… el aplico técnicas de sumisión, yo usaba mi Mui Thai para mantener distancia… ahh, me duele, todo fue en esa ultima embestida… intenté golpearlo tres veces en la cabeza, dos con mi brazo, la ultima con la pierna, y aprovecho esta para atacar mi pierna de apoyo... después me sujeto en el aire y me lanzo… maldito perro... hehe, fue una maniobra de pelos…

Puedo oír que se acerca… no puedo alzar mi cabeza, pero escucho sus pasos.

Daniel: Peleas muy bien hermano, que esto no te detenga, yo también perdí mi primera pelea, de hecho, casi todos lo hacemos.

No se si eso debería darme satisfacción, pero es cierto, fue una buena pelea.

Daniel: ha sido un gusto pelear contigo carnal, espero vernos de nuevo pronto, y te espero en Guadalajara para tu revancha.

“Gracias”, después de todo, fue una gran pelea, y será un honor pelear con el de nuevo.

Jamás lo hubiera imaginado, pero estoy agradecido con Tahaki, con Kevin, con Daniel por darme la bienvenida a la hermandad, Gracias a Daniel por enseñarme que aún tengo mucho que aprender… pero sobretodo, Gracias a Amanita, porque fue ella quien sobretodo despertó esta furia, que me da fuerzas, para pelear.

***
Según Tahaki fue una buena pelea, pronto tendré mi segunda pelea, mi oportunidad de obtener por fin una victoria, he practicado mucho desde entonces, y para mi fortuna, esta pelea será frente a mi primer oponente extranjero. No puedo esperar, para pelear, para enfrentarme a este nuevo oponente, me he convertido, en un autentico peleador.